El fascismo Italiano conto con el apoyo de los sectores
patronales porque era lo que le convenía tanto al partido como al sector, “un
apoyo mutuo”, ya que habían obreros descontentos con la situación política y
social, además este sector consideraba al partido nacional fascista como un
buen instrumento para frenar el socialismo y el comunismo.
Durante la Primera Guerra Mundial, el coste de la vida en
Italia había subido mucho más rápidamente que los salarios, y el nivel de vida
de la clase trabajadora había bajado. Al acabar el conflicto, las
organizaciones obreras intentaron recuperar
esas pérdidas. Mussolini formaría el Partido Nacional Fascista, que se
presento como un instrumento eficaz para frenar el socialismo y el comunismo.
Pronto seria bien visto por propietarios de las tierras y sectores del ejército
y del propio gobierno. Dicho partido se haría con el poder un poco más tarde. Se
creó el sistema corporativo que agrupaba en sindicatos todas las fuerzas
productoras del país. Cada profesión poseía dos sindicatos: uno obrero y otro patronal.
El suceso que les hacía temer por su situación fue la
crisis de la postguerra mundial ya que para Italia fue un periodo de crisis
económica y de fuertes agitaciones sociales que, sumadas a un sentimiento de frustración
por los resultados del conflicto, prepararon el ascenso al fascismo, en el
ámbito político también la monarquía constitucional atravesaba una situación de
fuerte inestabilidad, por lo tanto, ningún partido conseguía obtener mayorías
estables y gobiernos duraderos y por este hecho les hacía temer.
2 comentarios:
Me sirvio la información
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